Sugardaddismo: ¿qué significa para sugar dating?

El sugardaddismo es un término relativamente nuevo que hace referencia a relaciones entre personas mayores ricas y jóvenes financieramente vulnerables. El sugardaddismo no implica meras relaciones románticas, sino más bien transacciones comerciales, abuso y hasta prostitución. Si bien en toda relación existen peligros, y las relaciones con sugar daddies no escapan de esto, el sugar dating está lejos de ser sugardaddismo. 

Brevemente explicaremos por qué el sugardaddismo no tiene nada que ver con el sugar dating y cómo podemos entender mejor ambos términos. Esta información servirá para despejar prejuicios y malentendidos entre relaciones amorosas entre sugar daddies y sugar babies.

¿Qué es sugardaddismo?

El término sugardaddismo a menudo se utiliza entre personas que tienen un mal concepto del sugar dating.

Para estas personas, el sugardaddismo son relaciones convenientes parecidas a contratos donde una persona joven tiene relaciones por dinero. Este concepto está muy ligado a la prostitución, los escort, o la mercantilización del cuerpo de las mujeres jóvenes y más vulnerables.

Sin duda, es un término político y parcializado que busca desprestigiar las relaciones sanas y estables que es lo que busca el sugar dating. Es cierto que las relaciones entre sugar daddies y babies existen ciertos regalos de índole económico; pero dicha relación no se basa en una mera transacción de dinero por afecto. La mayoría de sugar daddies busca relaciones estables basadas en el amor y el respeto hacia la otra persona, sin abusos ni maltratos de por medio.

Por lo tanto, es importante que se entienda que sugar dating y sugardaddismo no son lo mismo, y establecer dónde comienza la línea que los separa.

¿Tiene alguna relación el sugardaddismo y sugar dating?

El concepto de sugardaddismo es un malentendido de sugar dating, así que en realidad no tiene nada que ver con dicho término.

El sugar dating engloba las relaciones que se dan entre hombres o mujeres mayores de alto estatus, y jóvenes interesados en salir con ellos. Dichas relaciones siempre son consensuadas, donde ambas partes definen sus objetivos y expectativas de la relación y llegan a un acuerdo.

Por lo tanto, el sugar baby no es engañado ni obligado a hacer algo que no quiere. De hecho, muchas veces es el sugar baby quien contacta al sugar daddy para una relación. 

En contrapartida, el sugardaddismo hace mención a la mercantilización de los cuerpos femeninos; en concreto, cuando se las obliga a prostituirse o someterse a actos sexuales en contra de su voluntad a cambio de promesas de remuneración. Por lo tanto, en ese tipo de “relaciones” existen abusos, maltratos, chantajes y otro tipo de manipulaciones con violencia verbal y física.

Es cierto que es posible que algunas relaciones con sugar daddies terminen en abuso, como puede suceder en otros tipos de relación; sin embargo, el término sugardaddismo está muy alejado de los valores y finalidad del sugar dating.

¿Qué es sugar dating?

El término sugar (del inglés, "azúcar") y dating (del inglés, "salir" o "tener citas") abarca las relaciones románticas, emocionales y sexuales entre sugar daddies y sugar babies.

Los sugar daddies por lo general son personas exitosas, serias, responsables y amorosas que desean compañía de mujeres más jóvenes. A cambio de esto, estos están dispuestos a ofrecer apoyo emocional y financiero a su compañera; es decir, compartir lo que tiene con ella, como sería normal en cualquier relación.

Dentro del sugar dating existen reglas, métodos y formas de proceder. Sin embargo, estas reglas están elaboradas por ambas partes, ya que el sugar dating busca el beneficio mutuo y no el aprovechamiento.

Por lo tanto, antes de iniciar una relación con un sugar daddy, la sugar baby o el toy boy está en pleno conocimiento de cómo funciona dicha relación.

El sugar dating se basa en la estabilidad y la confianza. Los sugar daddies están buscando afecto y compañía de alguien que los quiera, comprenda y les dedique tiempo; esto quiere decir que no con cualquier inician una relación, y siempre hay un tiempo para conocerse y ver si funcionan como pareja.

Queda claro entonces que el sugar dating está lejos de ser sugardaddismo, prostitución o meras transacciones comerciales.

¿Por qué sugardaddismo es un prejuicio de sugar dating?

Quienes llaman sugardaddismo al sugar dating o a la práctica de salir con sugar daddies por lo general tienen muchos prejuicios, estereotipos y malentendidos. Los más comunes es que se trata de una mera transacción o contrato, que las sugar babies son escort o que son relaciones machistas y abusivas. Examinemos dichos prejuicios uno por uno:

#1. ¿Sugar dating es una mera transacción?

Es imposible negar que existen intercambios en las relaciones entre un sugar baby y su sugar daddy. Sin embargo, toda relación se basa en dar y recibir, lo que resultan ser también intercambios. El problema aquí es que el sugar dating para muchos es “poco convencional”, es decir, no lo ven como algo normal y tienden a prejuiciar.

Según las teorías sociológicas del intercambio, cualquier relación es en mayor o menor medida instrumental, ya que siempre se recibe algo a cambio de algo; si no se recibe lo que se espera, la relación acaba.

Entonces, no podríamos llamar al sugar dating una mera transacción y a otros tipos de relación no, ya que todas siguen el mismo sistema.

#2. ¿Sugar baby es simplemente una prostituta o scort?

Para nada. La sugar baby siempre establece sus expectativas y objetivos de la relación, dejando claros sus términos con el sugar daddy. De esta forma ambos obtienen lo que buscan y disfrutan de la relación mientras ésta dure.

Además, el sugar dating no se resume simplemente a actos sexuales y el sexo con sugar daddy no es un factor necesario. Muchos sugar daddies buscan compañía, amor, comprensión y tiempo, no ven a sus compañeras como simples objetos sexuales.

#3. ¿Sugar baby sufre de la violencia machista?

Los verdaderos sugar daddies son personas amorosas, generosas y empáticas que buscan conectar con otras personas e iniciar relaciones de calidad.

Un sugar daddy está dispuesto no solo a ofrecer apoyos económicos, también aporta sus conocimientos, tiempos y amor a su pareja. En ningún momento la sugar relationship se basa en el maltrato, abuso o chantaje.

¿Qué hacer para evitar el sugardaddismo?

Es imposible negar el hecho de que existen splendas daddy y sugar daddies falsos que se aprovechan de las sugar babies, las engañan y se aprovechan de ellas.

Este es el mayor riesgo al que se enfrentan quienes desean conocer sugar daddies para iniciar una relación de beneficio mutuo. Muchas apps de citas están plagadas de personas mentirosas que engañan sobre quiénes son, el estatus que tienen o lo que buscan de la relación.

Es claro entonces que el sugar baby necesita saber cómo protegerse, cómo detectar estafadores y asegurarse que no habla con un charlatán. Veamos algunos consejos básicos:

• Reconoce a los sugar daddy falsos: Los falsos sugar daddies son presumidos, dominantes y solo les interesa el sexo. Por lo general les gusta regodearse de su supuesto estatus y buscan con eso impresionar al sugar baby.
• Regateos: Los estafadores intentan bajar las asignaciones que coloca el sugar baby aunque estas sean acordes; un sugar daddy real jamás haría esto.
• Usar plataformas confiables: Hay muchas páginas para sugar dating, pero muchas tienen pocos sistemas de seguridad; como resultado existen muchos perfiles falsos en ellas. Si no estás convencido de la fiabilidad de una página es mejor no usarla.

Te recomendamos utilizar páginas seguras y de buena reputación como SugarDaddySeek.

Conclusión

Hoy aprendimos lo que realmente significa el sugardaddismo, y hemos establecido las grandes diferencias que hay entre ese término y el sugar dating.

También repasamos los prejuicios y malentendidos que existen sobre las relaciones con sugar daddies y los hemos desmentido. Finalmente dimos algunos consejos prácticos para minimizar los riesgos de toparse con estafadores y algunas medidas de protección para el sugar baby.

En resumen, salir con sugar daddies no está mal, pero como toda relación se debe encontrar a la persona adecuada y evitar las señales de alerta.